La charla de Emilio Armstrong se desarrolla en torno al análisis y
crítica constructiva de cuatro dimensiones muy importantes en el desarrollo del
quehacer arquitectónico, deteniéndose en cuatro
áreas: a) como concebimos la idea de cuidad. b) lo importante que resulta la
creación de obras sustentables. c) el uso adecuado de la tecnología y el arte
dentro de los procesos constructivos. d)
finalmente como ejecutamos y gestionamos acciones remediables a frente a las
contingencias, en este punto gráfica de forma concreta algunas acciones desarrollas
en el proyecto de reconstrucción de Chile post terremoto 27F.
Quizás lo más interesante de la charla no es solo el contenido
explicito de la labor arquitectónica,
sino la coherencia que Armstrong muestra entre sus intereses personales y el
deseo de crecer como sujeto dinámico junto al
compromiso ético de la profesión.
Nos resulta admirable la necesidad constante de conocer nuevos horizontes y potenciar su agencia profesional, por medio del contacto con profesionales de otras nacionalidades y con realidades diferentes, donde las habilidades sociales y de comunicación, de códigos arquitectónicos, pese a las brechas culturales, permiten aunar conceptos y desarrollar proyectos atingentes a las demandas de los potenciales mandantes. Por otro lado, nos gusto el hecho de mostrarse siempre receptivo y flexible a incorporar sugerencias externas, a no desmotivarse por inconvenientes en el proceso creativo, de modelación y ejecución de la obra, es digno de imitar.
Es muy importante la forma en cómo de forma concreta,
Armstrong da cuenta de la necesidad de conocer y respetar la relación que hay
entre el hombre y los espacios que habita y donde se espera que haya una buena calidad
de vida, donde el diseño constructivo no solo resulte novedoso por lo atrevido
o no de la propuesta, sino mas bien por la eficiencia y utilidad del mismo, ser
consciente de la forma en cómo la obra convive con su entorno, velar por la
forma en cómo se adecua a planes de regulación, a como nos hacemos cargo del
desarrollo urbano y las nuevas formas de habitad humano.
Es loable la forma en cómo Emilio nos invita a volver a nuestras
raíces y lugares de formación inicial, de modo de poder poner a disposición de nuestras
comunidades lo que hemos aprendido o experimentado en diferentes nichos
laborales y hechos de vida personales.
Dispone de un tiempo importante en su presentación, para referirse
de forma específica a la reconstrucción
de la zona costera de la octava región y como pese a que existe critica por
lentitud de las acciones remediables, según su punto de vista se han ejecutado
cambios relevantes como el cambio de 18 leyes, 7 decretos y tres etapas de
planificación y acción de diferentes ministerios y consultoras, que en
resumidas cuantas han abierto caminos para poder ayudar a levantar ruinas y
desarrollar proyectos que mejoren la calidad de vida de las familias afectadas
por terremoto.
Finalmente, sientimos que quizás nuestra tarea como arquitectos es ser responsables en uso de diseños, materiales y tecnología sustentables que de alguna manera nos permitan desarrollarnos pero también cuidar y resguardar los espacios construidos y en especial la naturaleza o los espacios físicos en donde se emplacen nuestros proyectos.
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